"MIS CUMPLEAÑOS LOS HE PASADO MÁS EN MATUTE QUE EN MI CASA"

A kilómetros de La Victoria, el sentimiento aliancista de Luis Hernández renace cada 15 de febrero. Por ahora desde Arequipa, donde juega para FBC Melgar.
Mientras nacía en 1981, Alianza Lima goleaba 3-0 a Universitario en el único clásico jugado en el día de su aniversario, por lo que su hinchaje íntimo era casi un decreto. Luis 'Manzanita' Hernández ha sabido sortear más de una prueba a su corazón blanquiazul: se vistió de crema y fue apretado por la barra, se casó con la hija de un referente, y hasta anotó un gol en la que fue su casa por 10 años: 'Matute'. Esta es su historia.



Desde Arequipa
Fotos de Adrián Quicaño Portugal

Los incrédulos suelen burlarse de las coincidencias. Pero a veces, como en el caso de Luis Hernández, deben bajar la guardia. ‘Manzanita’, ese fino volante que apareció a finales de los noventa, nació un 15 de febrero de 1981. Aunque en su casa, sus ‘viejos’ hinchaban por el ‘Muni’ y Cristal, la tragedia del Fokker acabó por convencerlo. Por unirlo en el dolor del amor.

El  14 de febrero de 2001, Alianza Lima estaba de fiesta. Celebraba su Centenario con una victoria por 2-1 ante el Colo Colo de Chile. Palhinha era la figura indiscutida al anotar el doblete que tumbaba al ‘Cacique’.  Bastante cansado, el brasileño pidió su cambio. Entonces entró un blanquiñoso de pelos parados, saltando con la zurda recogida. Era ‘Manzanita’. Mientras millones de blanquiazules esperaban las doce para soplar las cien velitas, una veintena de personas en occidente bajaban al campo de Matute para abrazar a su muchacho. El zurdito que cumplía 20 años.

Fue muy emocionante. Ese día fue bastante gente de mi familia para verme. Mis primeros cumpleaños los he pasado más en Matute que en mi casa. Desde los 12 años que llegué a Alianza siempre me tocó jugar ese día o en la víspera.

De 'chibolo' fue muchas veces a Sur con la 'mancha' de su colegio. De todos los partidos el que más recuerda como hincha es el 5-0 ante Melgar en diciembre de 1997. Esa vez Alianza festejó un título luego de 19 interminables años. Esa vez 'Manzanita' gritó por primera vez campeón.

Yo subo en el 98 con el equipo principal, pero esa vez estuve. No había palabras. El estadio era un loquerío.
Con apenas 17 años, Hernández recibió la oportunidad de integrar el primer equipo y hasta jugar como titular en 1998. Aquí en un partido ante Sport Boys jugado en octubre.
Hernández debutaría en un empate a cero ante Unión Minas el 14 de octubre de 1998. Ingresó por Alfonso 'Puchungo' Yañez. Sin embargo, la nostalgia lo devuelve al año del Centenario. Al 29 de diciembre de 2001. Alianza, que había ganado por 3-2 en la ida, se iba a los penales con Cienciano para definir al nuevo campeón del fútbol peruano. En una decisión inexplicable, el español Bernabé Herraez cambió en el último cuarto a 'Manzanita', habitual pateador de penales, por Roberto Holsen, quien al errar el suyo alargó el sufrimiento hasta que Waldir Sáenz sentenció el juego. 'Manzanita', hoy a la distancia, lo agradece. 

Felizmente, no patee ningún penal, porque el partido estaba bien caliente. Pero apareció Waldir, que en momentos así nunca fallaba.

Ese día también tuvo la dicha de campeonar al lado de su hermano mayor Francisco, el popular 'Manzanón', quien había regresado al club tras un breve paso por el Juan Aurich.

Imagínate lo que es campeonar al lado de tu hermano. Nos dimos un abrazo muy fuerte esa vez. Era nuestro sueño de niños.

También como titular en aquel partido histórico ante Cienciano que consagraría campeón a Alianza en el año del Centenario. Pudo ser héroe en los penales, pero Herráez lo cambió.
CREMA MALDITA

Hernández, al igual que otros tantos,  se puso una camiseta que jamás pensó vestir. La del eterno rival, la de Universitario. Y dos veces. En 2006 y 2010. En Ate sus recuerdos son grises: no tuvo continuidad y, encima, lo 'apretaron'.

En la Copa Libertadores de 2006 nos fue muy mal. Antes de comenzar el torneo la barra bajó al camarín a ajustarnos luego de un entrenamiento. La media hora que duró la conversación, 25 minutos fueron para atacarme a mí. Se la agarraron conmigo. Con cosas que no vienen al caso. Que esta no es tu casa. Que qué haces acá. Fue bastante complicado. El trato fue duro.

En su segunda etapa, en 2010, hay una escena pocas veces recordada, pero que confirma su profesionalismo. Después de una práctica, 'Manzanita' brindaba declaraciones a la prensa, cuando del fondo se escuchó una pregunta que despertó risas y aplausos: ¿Por qué lloraste en el camarín en Sao Paulo? 

Era el delantero Carlos Orejuela. La 'U' acababa de ser eliminado en la Libertadores por la escuadra brasileña y 'Manzanita' había llorado como un crema más.

Es verdad. Yo me puse a llorar, por el momento. Como me ha pasado en otros campeonatos. Porque más allá del fanatismo yo soy un apasionado del fútbol. Lo que pasa es que Carlos es bien hincha de la ‘U’ y quiso vacilarme por ese lado.
Volvió a Universitario en 2010 gracias a la confianza Juan Reynoso, pero acabó sin jugar y 'apretado' por la barra. "Felizmente nunca enfrenté a Alianza en un clásico", se consuela.
Lo único que puede rescatar de su estancia en Ate es que nunca llegó a enfrentar a Alianza Lima. El destino, como ocurre con su fecha de nacimiento, puso de su parte.  

En el 2006, luego de este problema con los hinchas, regresé al Bolognesi. Y luego con Reynoso, en el 2010, igual, porque Juan estuvo poco tiempo y después ‘Chemo’ (Del Solar) prefirió a jugadores más representativos de la ‘U’. Es una linda casualidad, después de todo.

Aunque no lleva una estadística de cuántos clásicos ha disputado, 'Manzanita' asegura estar un paso 
adelante desde su época de 'potrillo'.

He jugado clásicos desde los 12 años, y en Alianza se vive distinto, de una manera muy especial. Almorzábamos caldo de gallina, ají de gallina y crema volteada. Con ese menú salíamos con todo.

SOLO POR SU ‘VIEJITO’

Daniel Morales desborda por izquierda y lanza un centro venenoso a rastrón, 'Manzanita' la empalma como viene y George Forsyth estira las manos por decencia. De inmediato, Luis señala al cielo con sus dos índices y también hacia algún rincón de occidente. Se arrodilla y echa palabras al viento. Eran para Pedro, su padre, fallecido hace cinco años. Solo por él celebró un gol ante Alianza, y en Matute, aquel 16 de noviembre de 2013 en el empate a uno con Sport Huancayo.

Señalé para la zona de la tribuna donde siempre me veía cada vez que jugaba. Él siempre nos apoyó a mí y a mi hermano. En todo. Siempre estuvo ahí. Era lo menos que podía hacer por él.

Ya antes, el 1 de mayo de 2003, 'Manzanita' había vencido a Gustavo Roverano, con un soberbio tiro libre, cuando defendía las sedas del Bolognesi. Esa tarde, por más que su gol significó al agónico empate a dos a los 84’, no pudo gritarlo en el Jorge Basadre de Tacna.  

Recién me había ido de Alianza y aún estaba fresco. Mira que era un partido caliente. Pero en ese momento decidí no celebrarlo. El ‘profe’ (Roberto) Mosquera me dijo en el camarín que debí hacerlo, pero no pude.
DOS PASIONES EN CASA

Hernández está casado desde hace dos años con Silvia Chirinos, hija de Javier, ex seleccionado nacional y defensor de Universitario. Al inicio, 'Manzanita' no fue muy bien recibido, pero después supo ganarse al suegro.

No sabía que era la hija de Javier Chirinos. Y el señor como que al comienzo mantuvo su distancia, porque siempre fui un rival, pues. Pero luego todo bien. Me aceptó.

Silvia es tan crema como su padre. Luego de cada clásico acostumbran molestarse. Sin embargo, cuando la joda es excesiva, 'Manzanita' tiene cómo pararla.

Cuando volví a Alianza en el 2007 le regalé una camiseta mía y le tomé una foto besándola. Con eso siempre la chantajeo, jaja. Antes nos fastidiábamos uff, pero ahora veo los partidos de otra manera.

Desde hace nueve meses el pequeño Benjamín ha colmado de alegría a los Hernández Chirinos. Pero a la vez se ha convertido en una entretenida disputa.

¿Te imaginas? Es la discusión familiar de todas las reuniones. Si será de Alianza o la ‘U’. Voy a hacer lo posible para que no se vaya al otro lado, y siga mis pasos, je.
En 2012 se casó con Silvia, hija de Javier Chirinos, exjugador y referente de Universitario. "Tuve que ganármelo de a pocos", confiesa un risueño 'Manzanita'.
Hoy, con 33 años, 'Manzanita' ya no sueña con retirarse en Alianza Lima. Lo ve como algo lejano y hasta imposible. Pero sí piensa dirigirlo en algún momento. De hecho, está a un ciclo de recibirse como entrenador. Por ahora celebra sus 33 en Arequipa. Quizá algún día vuelva a hacerlo en Matute, la casa que lo vio crecer cada año.

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