(@gprellwitz24)
A pesar de que la mejor versión del
equipo se mostró con los 'potrillos', Salas volvió a los jugadores que había reservado. Leao Butrón regresó al arco; Aldair Salazar se ocupó de la banda derecha; Rubert
Quijada y Alberto Rodríguez fueron los centales centrales; mientras Anthony Rosell fue por la izquierda.
Josepmir Ballón y Rinaldo Cruzado cumplieron función mixta para que Carlos Ascues
juegue con libertad detrás de los hombres de ataque: Joazinho Arroé, Gonzalo Sánchez y
Oslimg Mora, quien hizo mayores labores defensivas.
Del primer tiempo no podemos decir
mucho. Racing asfixió el medio campo de Alianza y no le cedió casi nunca la pelota. Y no
es una exageración. El equipo de Salas no concretó tres pases seguidos y nuevamente la
participación de sus laterales fue pobre tanto en defensiva como en ofensiva.
Nuevamente Alianza cayó en la pasividad ante un rival que vuela a su lado. Confundir marca con solo observar permitió una de las tantas jugadas de
peligro del primer tiempo. Una combinación increíblemente sencilla de los argentinos dejó a Leao Butrón mano a mano con Nicolás Reniero, cometiéndole penal. En enmienda de su falta y como en sus mejores actuaciones, el número uno íntimo
evito el primero atajando el remate del propio Reniero.
Salvo un remate mordido de Mora, Alianza no hizo más en la primera etapa. Siendo Racing un equipo tan vertical, es una locura poner una volante tan lenta para contrarrestar sus ataques. Sin distribución de balón y elaboración de juego era imposible hacer daño a la portería de Gabriel Arias.
En la segunda etapa, considero por la falta de continuidad, los argentinos bajaron la intensidad de juego y Alianza intentó conducir los hilos del partido, aunque solo fueron intentos. Los ingresos tardíos de Kluiverth Aguilar, Cristian Zúñiga y Kevin Ferreyra no cambiaron el escenario, en el que Alianza parecía firmar el empate.
A los 81 minutos una jugada pudo cambiar el curso del encuentro. Una rápida contra dejó solo al colombiano Zúñiga, quien remató desviado y perdió la ocasión más clara de Alianza Lima. Un refuerzo, y más si es extranjero, tiene que poner esa cuota de calidad para marcar la diferencia, En este caso, pese a las oportunidades, el extremo todavía no justifica su contratación.
Y lo que pasó a continuación fue el
resultado de lo que se vio en la cancha. Racing, con lo justo y gracias al
aporte de la defensa blanquiazul, sentenció el
compromiso a cinco minutos para el final. Tiago Banega y Benjamín Garré fueron los verdugos de una muy mala
noche.
Ante todo, un equipo grande como Alianza no puede contentarse con cinco minutos de chispazos. Esto no alcanza, más ante un rival que fue enormemente superior. Hoy el partido fue pésimo, Alianza no tocó la pelota más de tres veces, Salazar y Rosell parecían sentir pánico cuando tenían la pelota. Mención honrosa para Leao y Mora, quien tuvo más ida y vuelta que los laterales ya mencionados.
Es un momento difícil, sin mayores respuestas, pero con certezas de que hoy se ve el resultado de decisiones desastrosas a lo largo del año. Esas han sido las principales enemigas de la institución, con una institución de muchas cabezas (todas ocultas en este pésimo momento), en donde un jugador se pierde un partido de Copa por una negligencia y no pasa nada. Una multa y ya está. Con jugadores que se pegaron la gran fiesta y hoy no pueden correr dos metros. Acá no pasa nada. "Sigamos alentando", ¿verdad?
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