LLAMADO DE EMERGENCIA

 

Alianza Lima dejó otra jornada para el olvido y en casa apenas pudo igualar 2-2 ante Estudiantes de Mérida. Ya es el equipo con la mayor racha sin ganar en la Libertadores.

Miguel Vizárraga
(@miguelvizarraga)

Alianza Lima es una suma de errores por donde se le mire. Se sabía que el encuentro ante Estudiantes de Mérida no sería sencillo, pero si el equipo de Salas quería alcanzar un cupo en la Copa Sudamericana debía jugarse todo y evitar errores graves. Sin embargo, el resultado refleja el pobre acciones que todavía manifiesta el equipo íntimo y que el chileno -aún aferrado en revertir a futuro- no reconoce.

El inicio del partido fue prometedor. Alianza se puso adelante muy temprano con un buen gol de Joazhiño Arroé y con el pasar de los minutos se encargaría de llevar más peligro al arco de Alejandro Araque con el propio volante como protagonista. Incluso Carlos Ascues, producto de la flaqueza defensiva del rival, llegó a tener situaciones claras de gol.


Sin embargo, el tanto de Arroé parecía una condena que más de una advertía: Alianza no era capaz de sostener un resultado por la flaqueza defensiva de su medio campo y defensa. Estudiantes sabía que podía hacerle daño a Alianza con velocidad, envíos cruzados y juego de contragolpe, por lo que optó por ese camino. Una jugada en el área chica acabó con una falta penal Ítalo Espinoza. El empate de José Rivas llegaba así, de la forma más increíble.

En el segundo tiempo los dirigidos por Mario Salas salieron con ganas de ponerse nuevamente arriba en el marcador. Nuevamente Arroé era el más inquietante en feudo venezolano y generaba faltas cerca al área, apoyado en su momento por Rosell, el lateral que más intentó, aunque finalmente sin gran trascendencia.

El equipo tenía la idea clara, Alianza estaba en su mejor momento en los primeros 20 minutos del segundo tiempo, hasta que llegó lo peor. Al intentar una descolgada poco ortodoxa, Ítalo Espinoza acabó perdiendo el control del balón y cometió penal a José Rivas. El propio delantero venezolano se encargó marcar el segundo de su cuenta.


Con esto el equipo de Mario Salas se vino abajo y, aunque por momentos intentaba levantar con algunas llegadas, lo cierto es que ya lucía partido. Los errores infantiles evidenciaron la ansiedad y frustración al no poder plasmar la idea del chileno. Ya sobre el final del partido, Patricio Rubio convertiría el empate apareciendo a las espaldas de los defensores visitantes. Fue un empate agónico, más allá de los penales no cobrados a favor de Alianza (no deberían ser excusa), que sabe a derrota por la pobre presentación íntima en casa.

Este resultado tiene varios responsables. Evidentemente Ítalo Espinoza pagó caro su inexperiencia a nivel internacional, aunque no debería ser condenado por una fatalidad luego de haber mostrado buenas acciones en encuentros anteriores. Lo que llama la atención es la poca reacción de Mario Salas para no realizar cambios cuando su equipo estaba perdiendo y con la moral por los suelos. Alianza tuvo momentos en los que evidenció que merecía ganar, pero errores graves lo dejan en la cola de su grupo y ya como el equipo con la mayor racha sin ganar en la Copa Libertadores (22 partidos).


Estudiantes no fue más que Alianza, el equipo venezolano vino a hacer lo justo para llevarse algún punto de Lima y le bastó. El equipo íntimo fue víctima de sus propios errores y su escasa capacidad de reacción. Muchos de los jugadores ya dan muestra de no poder ejecutar la idea del técnico. ¿Seguirá creyendo Salas que estamos en buen camino?

EL PUNTAJE DE LOS LECTORES DE ALIANZA HISTORY:

Espinoza (0); Salazar (0), Beltrán (4), Quijada (5), Rosell (4); Ascues (2), Ballón (5), Cruzado (1); Mora (5), Rubio (5), Arroé (6)

Ingresaron: Aguilar (5), Sánchez (0)

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