Alianza Lima volvió a perder la cabeza y, a pesar de que el rival no fue peligroso, no mostró rebeldía ante el escenario adverso. Cabe preguntarse si la seguidilla de partidos o el mal planteamiento y la elección de los jugadores por parte de Mario Salas son factores determinantes para este momento.
En este partido Alianza volvió a perder el patrón del juego que busca implantar Salas. El miércoles, tras una buena actuación más allá del empate y las ocasiones de gol perdidas, parecía haberse encontrado la cohesión necesaria para sostener la idea. En esta tarde todo eso desapareció.
El trámite del partido fue trabado por la presión que demandaban ambos equipos, Cantolao no se mostró peligroso, salvo aquel error del juez línea que no le permitió adelantarse en el marcador, cuando Mario Cevallos anotó perfectamente habilitado. Alianza tuvo dos aproximaciones que pudieron cambiar el rumbo del partido, pero tan solo quedaron aisladas ante el mar de imprecisiones y desaciertos en campo contrario.
La ausencia de Arroé restó algo de la inventiva que empeza a conseguir Alianza. Ante Cantolao no hubo asociaciones, remates de larga distancia ni cambio de ritmo. Pasados los minutos el equipo caía en la resignación al no hallar respuestas. Un tiro libre a favor de Cantolao bien ejecutado por Mario Tajima fue el castigo para los blanquimorados. Espinoza intentó 'robar' un paso hacia la derecha y regaló su palo. Pelota a la red y el desconcierto volvía a hacerse moneda común entre los once del campo.
Salas intentó encontrar respuestas con el ingreso de Gonzalo Sánchez y Beto Da Silva, quienes hasta el momento no muestran su mejor expresión futbolística. Solo un tibio cabezazo de Sánchez bien atajado por Erick Delgado fue lo más peligroso en la segunda parte. El grito desaforado de Mario Salas hacia Da Silva, declarando públicamente que no lo iba a esperar más, fue una clara muestra del alto nivel de frustración que vive desde banco.
El ingreso de Kevin Ferreyra tampoco hizo la diferencia y Cantolao comenzó a sentirse cómodo en el partido, sin necesidad de ocasiones peligro y con pocos apuros ante los ataques de Alianza.
El partido de Gómez fue pobre, intrascendente como en todo el año, y Ascues coleccionó otro partido flojo para sus registros anuales. Mora ha caído en su nivel, es un jugador que se desmarca bien pero no toma decisiones correctas, lo que le quita sorpresa. Medina y Caro no aportaron en ofensiva como en otras ocasiones y así el equipo nunca pudo encontrar variantes de juego.
Sobre el final, el línea de Occidente, Édgar Adriazola, volvió a equivocarse en un fuera de juego, esta vez en contra de Alianza. Así anuló un gol legítimo de Rubio, desaparecido en el encuentro por la pobre llegada aliancista en ataque. Tras el encuentro, Salas va dando indicios en sus palabras de una notoria molestia en la interna, más allá de su desencuentro con el técnico rival, Hernán Lisi. Hoy quedó de lado aquello de estar "en buen camino" por un cuasi visceral llamado a jugar "por el pueblo de Alianza".
Excelente post! Ojo que no soy hincha de Alianza, pero es lo que ve todo aficionado y fanático fel buen fútbol ! Éxitos William.
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