POR LA RAZÓN O POR LA FUERZA

Perú perdió en casa de forma increíble. No por la superioridad del rival, sino por una serie de decisiones nefastas del chileno Julio Bascuñán. Su cumbre: un penal inexistente de Zambrano a Neymar que desnaturalizó el partido (2-4).

Moisés Chávarri
(@moisesCDJ)

A algunos los entierran en nichos, a otros en tumbas, y a otros en mausoleos. Si ni la muerte tiene justicia para hacernos iguales a todos, qué podemos esperar de la vida. La lápida que se nos ha escrito esta noche tiene prohibido llevar un “Descanse en paz”, porque alma en pena somos, e intranquilos permanecemos frente a un ataúd que, por más luto que respire, se niega a ser sepultado.

Muchos piensan que Temis, aquella figura de la justicia de ojos vendados, lleva la tela en el rostro para no ver la parcialidad. Yo estoy seguro de que la trae puesta para no mirar la deshonra que significó para su reputación lo que el chileno Bascuñán hizo en el Nacional: la VARgüenza del ciego que no quiere ver, y del sordo que no quiere oír. 

Sería injusto no dedicarles líneas a Carrillo y Farfán. Quedó demostrado que en Eliminatorias la jerarquía no se compra, por más nombres nuevos que querramos añadir. Los hombres de identificación 'Blanquiazul' dieron la talla en momentos clave y sin intervención arbitral. André es goleador, no lo neguemos más. Farfán jala rivales con el nombre y el esfuerzo que acompaña a su apellido.

Gallese, si bien no fue inducido al error, flaqueó en el único gol legítimo del oponente. Una mala salida en el córner nos costó un empate que le dio vida a Brasil. Y un brasileño con esperanza es peor que un árbitro sin conciencia.

Luego de ello, fuimos reos de la incertidumbre. Desde los penales en los que nos encerró Neymar, supimos que seríamos criminal sin orden de captura. No importa cuánto tiempo nos tomemos en demostrar nuestra inocencia, parece que nunca dejaremos de ser presos del menosprecio.

Richarlison, ahogado y frustrado en el comienzo, usó su codo para ver la roja sangre de Trauco. Zambrano, en cambio, ahogado y frustrado sobre el final, usó el mismo codo para ver la roja la tarjeta que, por primera vez y sin temor a equivocarme, nos puso a comprenderlo antes que a maldecirlo. Y es que hay gente que solo se quita el dolor de una forma: devolviéndolo. 

Porque tú y yo quisimos extender el brazo con ira también. 

Porque tú y yo, también, nos tuvimos que ir expulsados. 

Y si la muerte no nos hace igual a todos, algo bueno ha demostrado: a todos, con el tiempo, siempre nos hace mejores.

EL PUNTAJE DE LOS LECTORES DE ALIANZA HISTORY:

Gallese (6); Advíncula (5), Zambrano (4), Abram (6), Trauco (6); Aquino (6), Tapia (7), Yotún (6); Gonzales (6), Carrillo (8); Farfán (6)

Ingresaron: Cueva (4), Araujo (-), Polo (-)

Comentarios