"ALIANZA NECESITA UN GRUPO CONSULTOR, NO SOLO ES TENER DINERO"

Víctor Zegarra cumplió 81 años con el regreso de Alianza Lima a Primera División. 'Pitín' espera que esta oportunidad sea "una cachetada para despertar" y pidió al club convocar a gente de fútbol para tomar decisiones deportivas. También reveló su lado más humano al referirse a la llegada de Jefferson Farfán.

Gustavo Prellwitz
(@gprellwitz24)

Víctor 'Pitín' Zegarra, uno de los ídolos en vida de Alianza Lima, cumplió 81 años con la tranquilidad de ver a su equipo querido de vuelta a Primera División. Sufrió en gran medida con el descenso del equipo en noviembre pasado y no quiere volver a vivir esa pesadilla. Por ello pidió a quienes tienen las riendas del club una restructuración total en lo deportivo. El pedido de 'Pitín' es dejar de contratar "por capricho" y llamar a quienes conocen el mundo futbolístico desde adentro.

¿Qué sensaciones le dejó el fallo favorable para Alianza Lima en el TAS?

- Justo hace un momento estaba viendo algunas declaraciones de Álvaro Barco sobre esta decisión del TAS. Él manifiesta que si se hubiera seguido al pie de la letra el reglamento, muchos equipos habrían caído en falta. Pero lo que ha hecho Alianza es básicamente cubrir sus intereses. Esto nos deja que ciertamente es bueno asesorarse en algunas cosas que uno puede ignorar. Una cosa es estar en la tribuna y ser hincha, observas lo que tienes a la vista, pero la interna no la conoces.

Yo creo que un equipo de la calidad en el fútbol peruano como Alianza Lima necesita un grupo consultor. No simplemente es que "como yo tengo dinero voy a traer a tal", hasta cierto punto como niñitos, para que ellos sean realistas y a la vez humildes. "Nosotros podemos tener todo el dinero del mundo, pero de fútbol no sabemos". Más fácil es que un exjugador sea intermediario de la directiva, ya sea con el entrenador o el jugador, que ellos requieran la previa conversación con ese pequeño comando. Ahí la cosa sería diferente, ya no sería cuestión de capricho. Ojalá esto sirva como una cachetada para que despierten.

¿Por qué cree que la directiva no aprovecha a nuestras exfiguras para formar parte de ese grupo de asesoramiento?

- Es algo incomprensible. Nosotros cuando ya veíamos que las cosas estaban caminando mal, hemos conversado bastante con jugadores y entrenadores que han sido aliancistas, pero no teníamos ni la más remota idea de poder ingresar al estadio porque no te dejan. Que no te dejen ingresar a tu casa es algo increíble. Entonces ahí te das cuenta de que no hay una organización, no hay un espacio de relaciones públicas. Yo juro, y esto lo digo a nivel personal, que no he vuelto a pisar Alianza Lima. Si te digo 20 años es poco, porque yo vi el maltrato que hicieron a exjugadores y también compañeros míos. Entonces desde ahí eso te dice todo. ¿Para qué voy a ir, si no me van a dejar ni siquiera ingresar? Sería un desconocido. Yo te lo digo de forma personal. Cuando en mi época el estadio era una especie de terreno baldío, nosotros para poder entrenar teníamos que estar a las ocho de la mañana para poder sacar las piedras del campo.

¿Cómo podemos recuperar y regresar a nuestras raíces futbolísticas?

- Tú puedes observar que Alianza siempre tuvo su cantera, pero ahora la cosa es diferente. Yo he trabajado en varios equipos de provincia y he enviado jugadores muy buenos. Yo estaba en Zarumilla, en Tumbes, y habían tres chicos fabulosos: un delantero, un lateral y un volante, hasta ahora me acuerdo. Te hablo de los noventa. Sin embargo, a ninguno de los chicos los probaron. Eso es falta de interés. Quisiera que digan: "Vamos a buscar nuevamente nuestras raíces, vamos a hacer un grupo determinado de exjugadores y algunos entrenadores, vamos a darle las facilidades para que observen algunos jugadores". Por ejemplo, envíalo a Sullana, Talara, Tumbes que y otros que se vayan al sur. Es tan fácil hacer eso, pero pienso que la soberbia mata todas las ganas.

¿Qué solución o plan se puede tomar para nunca más pasar por esta situación?

- Una restructuración general, darles mayor participación a los exjugadores. Si es lo que están buscando, que lo llames nomás. No va a pasar nada; al contrario, se van a nutrir, porque los pormenores del equipo lo saben ellos. Después de que inauguraron el estadio de Matute, Alianza estuvo en un momento difícil económicamente. Nosotros colaboramos porque no podíamos ni alquilar un hotel. Entonces los directivos nos pidieron que ayudemos y nosotros encantados. Una empresa puso los accesorios, un pequeño ropero y dormimos en el camerino. Los jugadores que eran figuras del fútbol peruano durmiendo donde es ahora el camerino principal de Alianza...

¿Siente que no se valora realmente lo que ustedes hicieron por el club?

- ¿Alguna vez el hincha ha visto en el Palco Azul a alguno de sus ídolos? Una vez a Teófilo y otra vez Paolo y Jefferson, después tú no ves a nadie. Sin embargo, tú veías en Boca Juniors y, por ejemplo, Maradona tenía su palco para diez personas. Qué tal diferencia, ¿no?. Uno se siente dolido pues, no es posible, no nos tienen ninguna clase de respeto ni de recuerdo, nada. Al contrario, si no te dejan pasar la puerta del estadio, imagínate la del Palco Azul.

¿Eso existió en Alianza?

- Había momentos en que los dirigentes citaban a tres o cuatro jugadores antes de terminar el campeonato y nos decían: "Yo creo que fulano de tal podría ser". Ellos sabían de fútbol. Nosotros les mencionábamos nombres de jugadores que serían de mucha utilidad. Se ponían de acuerdo jugadores con dirigentes, por eso en Alianza siempre llevábamos gente joven. Por supuesto que uno de los grandes descubridores fue la familia del 'Cholo' Castillo desde su padre, porque los tres son Rafael. A mí me llevó don Rafael Castillo a Alianza Lima, luego de un seguimiento que me hizo cuando había campeonatos organizados por los diarios La Crónica o La Prensa. Eso se ha perdido en Alianza, aquel que busque nuevos elementos para poder llevarlos, que vayan creciendo con el club. Si llega un jugador del norte, no le harán caso. Sería diferente si un exjugador lo recomienda. Entonces hay que darle tiempo y confianza.

¿Es el momento indicado para que Jefferson Farfán regrese a Alianza?

- Es un momento hasta cierto punto prometedor. Ojalá que haya sido positiva al 100% la cirugía que le hicieron. No veo mal lo de Alianza, sería una responsabilidad total para él porque le van a exigir mucho. Él tiene que renacer porque ya han sido dos lesiones en el mismo lugar. Necesita un lugar donde pueda jugar, aunque le van a pegar de todas maneras.

¿La presión por la actualidad de Alianza jugaría en contra de Farfán?

- Te voy a contar un recuerdo. Cuando todavía era jugador siempre iba al estadio, ahí nos encontrábamos con otros jugadores del mismo equipo de otros, todos éramos amigos. En ese partido el estadio estaba a full, y entonces comienzan a pifiar a una persona que había dado tanto al Perú. Pucha, y yo me estaba acercando a cierta edad, yo tenía algo de 36 años más o menos. Cuando me fui un año a Bolivia me quedé con esa idea. Esa tarde el público prácticamente lo expulsó del campo. Ya no reconocían al jugador que era, que fue elogiado mundialmente. Cuando volví de Bolivia dije nunca más. El club me quiso hacer contrato no de uno sino de dos años, pero yo ya tenía definido no seguir porque me iban a tratar igualito que a ese jugador que era una estrella. Prácticamente el público hizo que se retire. No quería pasar por eso, lo juro.


El hincha exige mucho y, a veces, ya no puedes correr por el césped como un chiquillo que tiene 20 o 22 años, ya no es igual. Pero el público sí cree que tienes que hacerlo igual, y ya no se puede. Ahí le dije a los directivos que ya no quería seguir jugando, pero como estudié para entrenador podía estar en el comando técnico. A regañadientes lo hicieron. Así trabajé con la mayoría que vino del extranjero trabajamos hasta el último, que fue Paulo Autuori, con quien trabajamos en la selección.

Acá la presión va a ser fuerte, vamos a ver si la puede llevar. Es un estrés tremendo, yo lo he sufrido en carne propia. Un momento el público está contigo y al otro ya no. Ahora el hincha está con la sangre en el ojo, quiere campeonar como sea. Y si no sale, le echarán la culpa directamente a él. No exagero, Yo lo he sentido, he llorado en mi hogar de tristeza por lo que decían, y fueron muchas veces. "No, él es un viejo y no debe jugar". Es tremendo, lapidario. Yo te digo porque lo he vivido, hermano, en mi hogar, solito ahí en mi habitación. Es bastante difícil.

¿Qué mensaje de reflexión le puede dejar a los hinchas, jugadores y dirigentes ahora que tienen la oportunidad de hacer las cosas bien?

- Los hinchas siempre van a estar ahí. El Comando Sur, la gente de Occidente, las cuatro tribunas. Ahora es una fiesta nacional, pero a la vez un aviso, una advertencia para quienes dirigen al club. Esto es un despertar, una cachetada para que nunca más se repita en un equipo con la historia de Alianza. Vamos a ver si los dirigentes están a la altura de esa exigencia de la hinchada. Si son realistas, hubo cosas que no caminaron y deben rectificar. ¿Quién no ha cometido un error? Pero si puedes rectificarte, ya no lo vuelvas a hacer, no vuelvas a caer en el mismo hueco.

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